Animación á lectura

HORA DE LER

30/09/2023 19:58
Europe/Andorra

 

Son moitos os motivos polos que achegarmos á plataforma 9 ¾™ da estación de King's Cross. Probablemente os nosos lectores viaxeiros no estean a ler no xornal ningunha nova sobre o encontro de Harry coa familia Weasley ou sobre a maldición de Voldemort. 

Tampouco algún dos relatos londinenses de Doris Lessing ou un dos relatos de Xesús Fraga recollidos do seu particular A-Z.

Ou si?

HORA DE LER

24/09/2023 10:36
Europe/Andorra

No cumio da rolda de actividades posibles que imaxinou Cinta Vidal, quedou a hora de ler.

Entre as suxestións de lectura, os relatos de Maggie O'Farrell e Medos Romero.

HORA DE LER

15/09/2023 16:53
Europe/Andorra

 

 

Basta pechar os ollos

para que o ulido do iodo e das algas

rolde o nariz.

Aínda recorda a bronceada pel o tacto da area,

pero outros tempos,

 

os da nostalxia?,

 

son chegados...

 

 

HORA DE LER?

18/06/2023 10:14
Europe/Andorra

Hora de ler? 

Aínda que os nosos pés pisen as baldosas das aulas, son moitas as cabezas que están a pensar nos graos de area que esperan nas praias. 

Por iso, para pechar esta última semana de Hora de ler, que mellores suxestións de lectura que un poema da artista multidisciplinar Sol Mariño e os relatos A veces en verano de Lucia Berlin e Lectura de un verano de Bernard Malamud.

HORA DE LER

11/06/2023 12:53
Europe/Andorra

 

 

Ter nas mans os relatos de Miguel-Anxo Murado ou Juan Gómez Bárcena co convencemento de que estamos en tránsito, pero sabendo que ler nunca nos fará invisibles.

 

HORA DE LER

04/06/2023 11:25
Europe/Andorra

 


Ler: vivir nos libros para aprender a apurar a vida ante «el olvido que seremos»

 

Entre as suxestións desta semana, os relatos de Inma López Silva e Mónica Sánchez e un poema de Billy Collins.

Última convocatoria do Club de Lecturas e obradoiros

 

Rematamos o club de lectura! Non te perdas os últimos obradoiros deste curso. Poderás anotarte nas follas que están no encerado branco á entrada da Biblio. Esperámoste!

 

HORA DE LER

28/05/2023 09:59
Europe/Andorra

Somos o que lemos... 

Lemos o que escribimos... 


Entre as suxestións desta semana os relatos de Amaia Tomé, Irene Docampo, Andrea Solís, unha antoloxía de microficcións en inglés (na que participaron, con éxito, coa supervisión de Laura Rodríguez Manso, alumnos de 3º ESO) e uns poemas de Sara Parga. 

Aguiar ao cuadrado...

HORA DE LER

20/05/2023 20:26
Europe/Andorra

Que levou á novela negra a unha magnífica autora de microficcións? 

O próximo martes teremos a oportunidade de trasladarlle esta e outras preguntas a Arantza Portabales. 

HORA DE LER

06/05/2023 17:04
Europe/Andorra

 

 

 

Algunhas veces, poucas, coincidimos en sentirmos representados polas palabras ou as accións doutras persoas... 

Permita a lectura dos relatos de Manuel Rivas e Julio Llamazares ter presente que non é certo que tanta paixón non servira para nada.

 

 

DICEN QUE MURIÓ ARSENIO, PERO NO ESTOY DE ACUERDO 

   Dicen en los noticieros que ha muerto Arsenio Iglesias. Yo no estoy de acuerdo. Pero él no va a molestar a nadie desmintiéndolo. Creo que le gustaría quedar al margen de este asunto. Y que no le entusiasmaría verse enterrado por una avalancha de necrológicas, obituarios, esquelas, alabanzas y hagiografías. Más que nada porque dificultan la vista. 

   Andará por la línea del horizonte. Era un habitual en esa posición, la de mirar la línea del horizonte. Allí donde se une lo visible y lo invisible, lo posible y lo imposible, el pasado y el porvenir. Buscaba la soledad para mirar el mar, y en esa hipnosis laboriosa, si algún pelma le importunaba, “¿Qué, Arsenio, mirando el mar?”, él tendría derecho a responder: “¡No, estoy trabajando!”. 

   Hay quien va al fútbol porque le ayuda a olvidar. El estadio como un lugar donde sacudirse los pesares de la vida, donde gritar contra el mundo y bajar todos los santos del cielo. Y acaso ganar. Ser un vencedor. Pero el fútbol también puede ayudar a recordar. Contra la amnesia, el estadio como un lugar de anamnesis, donde también juega la memoria. 

   Y esa era la posición de Arsenio Iglesias en el estadio. Como ante la línea del horizonte. Jugar recordando. A veces, la pelota se volvía una pequeña esfera precaria, de trapo, en una infancia bajo la sombra de la guerra. El hambre de balón, en la posguerra. Aprender a caer y levantarse, en los campos de lodo del fútbol modesto. Se recuerda poco al Arsenio como jugador. Se cuenta la historia de su debut en primera división, como delantero del Depor. Un 28 de octubre de 1951, en Barcelona. El equipo gallego va perdiendo seis a cero. Arsenio se revuelve y bate la portería que defiende el gran Ramallets. Lo que se cuenta es que Arsenio recogió el balón y se lo entregó al mítico arquero con una disculpa: “Perdón, señor”. Una leyenda que Arsenio desmentía siempre con vehemencia. Era humilde, pero no un pazguato: “Hacer eso sería como humillarme y humillarlo”. 

   Espero que no pase a la historia con la fanfarria de entrenador del “Super Depor”. Aborrecía esa denominación. Y no lo disimulaba. Pronunciaba “Super” como si le estallara una castaña en la boca. El fútbol le ayudaba a recordar. Y frente a tanto chillón, el estadio era un lugar donde sentir y pensar. En Irlanda escuché esta malicia sobre un jugador: “No le llegan las ideas a los pies”. Si recordamos tanto a Arsenio, si lo queremos tanto, es por la gesta del piloto que, como en El corazón de las tinieblas, representaba “todo aquello en que se puede confiar”. Armó la tripulación de una nave modesta con algunas estrellas y no pocos náufragos veteranos. La simpatía hacia aquel Deportivo liberto y espartaquista tenía que ver con el saber perder y el saber vencer. En el mundo del capitalismo impaciente abundan los vencedores que no saben vencer. O que solo saben vencer.

   Arsenio había aprendido esa simetría jugando con la memoria. El saber perder y el saber vencer estaba en el corazón central de aquel equipo. Cuidaba con mimo las palabras. Lo que decía. Y ese esmero, ese respeto, se reflejaba en la forma de jugar. Su estrategia era la saudade del porvenir. Y siempre se dirigía a la gente sin infantilizarla como fanáticos: “¡Cuidado con la fiesta que nos la quitan de los fuciños!”. 

   Su esposa, maestra, tuvo una librería en A Coruña. Y Arsenio tenía fama de lector. Ha habido, y hay, entrenadores a los que sentaría bien la credencial de “intelectuales”. Empezando por Helenio Herrera, El Mago, que tuvo la sinceridad de titular sus memorias sin eufemismos: Yo. Arsenio mantenía a raya la primera persona de singular. Había días, incluso, en que el “yo” quedaba bajo arresto domiciliario. Sí, era buen lector. Pero a la pregunta de qué libros le habían marcado o conmovido, respondía con el aguijón de la ironía: “A mí lo que me impresionan mucho son las obras completas de Ángel Jove y Rodolfo Lama”. ¿Quiénes eran estos “autores”? Pues dos potentes constructores coruñeses, cuyos carteles de obras imperaban en la ciudad. 

   Reaccionaba con ironía a la imagen de viejo sabio de rústico que había hecho un milagro en el fútbol mundial. Se reía cuando algún periodista extranjero venía en búsqueda de “filósofo campesino” que las tardes de domingo ejercía de entrenador y revolucionaba el fútbol desafiando el establishment futbolístico. Pero no era tampoco en los grandes poderes en quienes pensaba Arsenio. Si queremos entender que algo especial sucedió en el fútbol en los años 80 y 90 en A Coruña, esa especie de acuerdo emotivo entre generaciones, recomiendo oír, y por Youtube anda, la intervención de Arsenio Iglesias la noche en que, en la última jornada de 1994, y por un penalti fallido, el Deportivo supo perder la Liga.

   Saber vencer. Saber perder. Lo que vino a decir: Estar orgullosos de lo que hicimos y de lo que no hicimos. 

   —Lo que no quiero es que nadie me maldiga. 

   Y se fue a caminar solitario por la línea del horizonte. 

Manuel Rivas, El Diario, 5 de mayo de 2023.

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