"Cada mañana, los escaparates de la Pastelería Prim amanecen llenos de delicados cruasanes, perfumados bollos y crujientes tortitas. No en balde Prímula Prim y su esposo pasan las horas más felices del día en el obrador amasando, horneando e ideando nuevas recetas. Sin embargo, este primer día de primavera algo está a punto de cambiar, quizás para siempre, en esta deliciosa pastelería"