Sí que te gusta leer, pero igual no lo sabes

Eduardo siempre había sido aficionado a la lectura, pero es que, quisiera o no, se había dado cuenta de que se pasaba el día leyendo. Además de revistas, libros, cómics, blogs, o periódicos, leía los SMS y mails que le llegaban, su Tablón de Tuenti y hasta las etiquetas de los botes de champú.

Leyendo, además, ¡podía ganar un eReader! Y eso no es moco de pavo. Y participar eran tan fácil… sólo tenía que seguir una historia, elegir las opciones que más le llamaran la atención y al final del camino dejar sus datos para entrar en el sorteo de un e-Reader.

¿Qué haría Eduardo ? ¿Continuaría leyendo para ver qué ocurría o se quedaría sin saber hasta dónde podría llevarle esta historia?

Eduardo decía que no era aficionado a la lectura, pero no se había dado cuenta de que se pasaba el día leyendo: los SMS y mails que le llegaban, su Tablón de Tuenti y hasta las etiquetas de los botes de champú.
Pero quizás era el momento de dar un paso más.

¿Para qué? Pues para tener más mundo. Leyendo, además, ¡podía ganar un eReader! Y eso no es moco de pavo. Y participar eran tan fácil… sólo tenía que seguir una historia, elegir las opciones que más le llamaran la atención y al final del camino dejar sus datos para entrar en el sorteo de un e-Reader.

¿Qué haría Eduardo ? ¿Continuaría leyendo para ver qué ocurría o se quedaría sin saber hasta dónde podría llevarle esta historia?

¿Cuál de estas historias es la tuya?

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