Sexto y último día de curso: 30 de noviembre de 2017

Desde las 8 de la mañana que desayuné hasta las 22 h que acabó la cena despedida, ha habido mucha acción.
 
Primero los alumnos han expuesto sus trabajos. Ha sido increíble el despliegue de creatividad y variedad. Por ejemplo, mi alumna, Francesca, ha utilizado el baile para representar cómo el miedo te atenaza, te ata a una silla, que es tu presente estancado, y no te deja ponerte en acción hacia el futuro, que es el espacio libre delante de ti. Y cómo ella tuvo que utilizar también las sillas apiladas, que son sus experiencias y conocimientos pasados, observarlas detenidamente y bailar feliz sobre ellas, para pasar de la idea a la acción.
 
En estas fotos podéis ver a los distintos alumnos haciendo sus presentaciones. Ya os contaré más detalladamente en persona.
 
 
 
Hemos creado juntos estas dos grandes hojas para extraer ideas acerca de cómo poner el método en práctica, poco a poco, en nuestros países. Y también cómo intentaremos convencer a más compañeros de las bondades del mismo, a ver si tenemos la energía y la pasión para comunicar esto. Intentad traducir, si no lo conseguís, no problem, lo haré yo en próximos días, paciencia, please:)
 
Y el director del centro nos ha explicado por qué dirige esta fundación: él fue un mal alumno, un fracasado que no daba la talla. ¿Su problema? Dislexia. Hasta que a los 16 años alguien le ayudó a corregir y adaptar al sistema educativo su característica particular. Fue a clases especiales y después retomó sus estudios universitarios para convertirse en trabajador social. Desde hace más de 25 años se dedica a ayudar a otros jóvenes inadaptados, fracasados, rebeldes, a encontrarse y tirar hacia adelante. Todos los chicos y chicas que están en esta fundación son voluntarios, hacen todo el trabajo de la casa en cuanto a mantenimiento, cocina, limpieza, jardinería, etc. Al principio cuando llegan no saben nada, no tienen experiencia, pero se les da la responsabilidad de hacerlo y la libertad para que sea a su manera, sin normas cerradas de actuación, guiados y acompañados por algunos alumnos que ya llevan más tiempo. Al cabo de un año, ellos serán los veteranos, ayudarán y acompañarán a los nuevos. También reciben clases para ser coaches o trainers profesionales. La fundación les ayuda a encontrar trabajo en la zona y en otras partes de Holanda.
 
Esta fundación Olde Vechte trabaja también de forma nacional e internacional ofreciendo cursos de coaching y training para alumnos, gente del mundo de las empresas, médicos, policías, etc. También son únicos en Holanda en tener mucha relación con el programa Erasmus +. Este curso para profesores es el primero que hacen y esperan que tenga mucho éxito.
 
Ahora voy con mi Reflexión final el curso Caoching paths.
 
Llegas y ves esta casa en medio del campo y esa primera impresión ya es algo “raro”. Os contaré, aún a costa de que os riais de mí, cómo ha cambiado la Temi que llegó el día 23 de noviembre a las 21 h de la noche cargada de expectativas y la Temi que se va hoy día 1 de diciembre a las 8 de la mañana llena de ideas.
 
Nunca antes había hecho un curso en el que convives con tus compañeras, todas mujeres en este caso, y tus coaches durante una semana: desayunas, comes, tomas varios tés y cenas con ellos. Sin embargo, lo que sí es zona de confort como profe es que sigues en contacto, de hecho convives, con el material humano al que tan acostumbrada estás: alumnos, voluntarios del Erasmus+, gente llena de vida y de ideas de futuro que serán tus pupilos-coachees y te enseñarán un montón de cosas, te darán food for thought: de dónde vienen, por qué venir aquí a hacer un curso o voluntariado o incluso querer quedarse a trabajar, por qué querer ser trainers o coaches. Y aquí estás todas las horas del día, saliendo sólo dos horas para shopping a la mañana y dos paseos de 20’ durante la tarde para respirar aire fresquito, ciertamente, pero no desagradable, sino todo lo contrario. Y comida vegetariana eminentemente y nada de alcohol para beber ni nada de postres. Nuestras tripitas también han estado bailando toda la semana, os lo aseguro, a veces eran parte de la música de la sesión.
 
Raro es alojarse en un caserón donde todas las puertas carecen de ....¡LLAVE! Es como si fuera tu casa, tienes tu habitación acogedora y calentita aunque sencilla y austera absolutamente, nada de lujos, recordad que la describí como “cutre” al principio de mi estancia aquí. Fue lo que me dijeron mis sentidos, acostumbrados a hoteles “normales”, con más comodidades como tu propio baño, toallas, toiletries, servicio de habitación y una televisión. Y cada día que pasa te das cuenta que todo tiene un motivo para no estar: no necesitas más toallas porque tienes lavadora y secadora a tu disposición y gratis, no te hace falta tele porque tienes tanto a qué atender que no hay tiempo para mirar esa caja boba, tienes el día ocupado desde la mañana a la noche moviéndote, viendo, escuchando, hablando, jugando, relajándote, comiendo y bebiendo, practicando lo que vas aprendiendo, saltando para pensar mejor, representando en papel de forma creativa lo que quieres decir, saliendo al bosque privado a conectar con la naturaleza y buscar comunicarte no sólo con palabras.
 
Creo que el método coaching ha ido fluyendo a lo largo de la semana, incluso en la forma de interpretar esta casa en lo que realmente es, no en la percepción subjetiva del principio. De ahí el nombre ”paths” le viene como anillo al dedo: CAMINOS HACIA EL COACHING EDUCATIVO. 
 
El último día fue acerca de dar gracias por lo que somos, vemos, tenemos alrededor. Es darse cuenta y ser realmente consciente de que eres tú el que está viviendo tu vida y seguro que hay mucho para agradecer en ella y para ser tu mejor versión. Para dar esa mejor versión necesitas coger las riendas, dejarte a ti mismo ser creativo, hacer cosas que te interesan y motivan realmente, ir a por ello.
 
Este curso significa andar, cambiar y transformarse, introducir poco a poco el método coaching y la figura del  coach en los centros pero sin despreciar ni abandonar el método tradicional, que tantas bondades tiene y que en países como Holanda añoran: la memorización, el respeto, el esfuerzo.  Yo quiero realmente ayudar a mis alumnos a descubrir cómo ser su mejor versión, no sólo para que saquen buenas notas, que también, sino para sentirse capaces, realizados en su vida. Entonces sí que soy profesora coach en proceso, en camino y doy gracias.
 
 
Besos y hasta el lunes. ¡Os he echado de menos aquí, me hubiera encantado teneros conmigo! Sobre todo durante las sesiones de relajación, baile atolondrado para salir de ti mismo y tus límites y miedos, los juegos moviditos para conectar con el grupo, y la maravillosa cena-despedida que nos prepararon con tanto cariño los alumnos voluntarios: mirad qué presentación! Estaba todo muy bueno y por fin tomamos vino. No era de nuestra Ribeira Sacra, pero no estaba nada mal:)))
 
Temi