10 de septiembre de 2018

Empieza la semana en el Paimio High School con un sol radiante desde primera hora de la mañana. Los chicos dicen estar muy a gusto, que no hay ningún problema de comidas ni costumbres y en general se comunican bien con sus compañeros y familias finesas.

Cada uno asiste a las clases que Ritu ha propuesto para ellos. Aquí podemos verlos en la clase de Informática. Se impartió en finés, pero seguro que se han enterado bastante de lo que había que hacer, el mundo digital audiovisual es un lenguaje universal.

Y toca tomar el lunch: es increíble que llenemos la bandeja de comida a las 11,30 h!

A las 12h,  después de asistir a cuatro horas de clase, nos llevaron en bus  al  Observatorio Astronómico de Tuorla, el más importante de Finlandia. Primero tuvimos película sobre la materia oscura presente en el Universo y después tour explicativo del observatorio. 

A las 14,30 h merendamos en un parque cerca del observatorio. Ya veis que llevamos cambiado el paso de los horarios comidas, esperemos no acostumbrarnos demasiado.

A las 16 h estamos en Turku, dispuestos a jugar: treasure hunting, búsqueda de los tesoros de esta ciudad, la más antigua de Finlandia. Nos reparten por grupos y, partiendo de la iglesia, hemos de encontrar las pistas para llegar a los monumentos más emblemáticos: el observatorio, la casa Qwensel, que es la más antigua de Turku ya que se salvó del gran fuego que arrasó la ciudad en 1827, los puentes sobre el río Aura y la unica calle medieval que se conserva en buen estado. No habrá ganadores, todos tendremos que resolver el enigma final y encontrar la frase Omnia Vinci Amor en el edifcio construido por Benito Casagrande, importante arquitecto finlandés. Es el broche que quiere ofrecer la guía turistica: desmontar el tópico de la frialdad finlandesa: Kiss my Turku, la ciudad abre sus brazos al visitante.

Y por fin los chicos tienen tiempo libre para cenar y comprar algún recuerdo.

Fin de este largo día, mañana más:)

Hyvää ÿöta!