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CURIOSIDADES ETIMOLÓGICAS

GEN

La raíz gen-, que origina el verbo latino gigno, genui, genitum, significa “generar, engendrar, producir, gestar”. Los órganos sexuales que intervienen en la reproducción son los genitales, las gónadas, en griego, y la génesis de algo es la que indica su origen y nacimiento. En griego vamos a tener una serie de palabras que comienzan por gono- (generación), desde el gonocito, célula reproductora, hasta la gonorrea, flujo ocasionado por la inflamación de la uretra.

El primer libro de la Biblia es el Génesis, porque en él se relata la creación del mundo y del hombre. En la mitología griega el poeta Hesíodo (VIII a.C.) escribió bellísimas páginas sobre la Cosmogonía y Teogonía, origen del universo y de los distintos dioses respectivamente.

El primer hijo de una familia es el primogénito, que a veces, es único, es decir, unigénito, título que en la teología medieval se dio a Jesucristo. Los padres son los progenitores y sus hijos la progenie, “descendencia”. La Biblia cuenta cómo Esaú vendió su primogenitura a Jacob por un plato de lentejas, convirtiéndose este último en genearca o cabeza, “inicio de un linaje”.

Las enfermedades congénitas son las transmitidas por los padres. Hoy en día se trabaja en programas eugenésicos, que han de mejorar la raza humana.

El genus es el origen, el nacimiento, de donde tenemos el género y lo general, es decir, todo lo concerniente al género, que hoy día se confunde habitualmente con lo genérico.

Mis congéneres son aquellos seres que han nacido de mi mismo género o raza. A veces en la televisión o en la prensa se publican noticias de auténticos degenerados, personas que parecen haber perdido el sentido más común por atentar contra la propia especie, el propio género, al cometer acciones impropias de un hombre como violaciones, torturas, asesinatos de niños. Se trata de gente maligna (“mal nacida”). Los más terribles son los genocidas. En los últimos años en algunos países de África se ha llevado a cabo un genocidio sistemático de parte de la población ante la pasividad de los países del primer mundo, donde problemas tribales han llevado a la tumba a miles de personas de una tribu concreta.

El hidrógeno es un “generador de agua” y el oxígeno “generador de ácido”.

Aquellos hombres que pertenecen a una especie, a una gens, son nobles, generosos, no tienen entre sus ascendientes mezclas de sangre, ni han sido esclavos. Más tarde se puso en relación la nobleza de sangre con la magnanimidad, y hoy el término ha cambiado su significado por el de dadivoso o caritativo, pero su sentido primigenio se sigue manteniendo en secuencias como “vinos generosos”, aquellos que proceden de una cepa de calidad, de género.

Los engendrados de una misma raza, gens, son el pueblo, la gente. Esta acepción se conserva en uno de los títulos que se da a san Pablo, “apóstol de las gentes”, que, por calco del hebreo goim, se refiere a su actividad como apóstol de aquellos pueblos distintos del hebreo, algo por lo que luchó toda su vida, y que le valió también el título análogo de “apóstol de los gentiles”, palabra que en época moderna ha perdido su primer sentido para significar el de caballero… Existen los gentilhombres, y Molière escribió en el siglo XVII una mordaz comedia sobre El burgués gentilhombre.

Del ingenio o dotes naturales, cualidades innatas de alguien, pasamos a tener ingenio. Y aquéllos que lo tienen son ingeniosos. Una de las profesiones más preciadas es la ingeniería, que ejercen los ingenieros, aquéllos que aplican su ingenio a las cosas naturales.

En la antigua Roma quien nacía en una gens era ingenuus, porque en un principio ingenuo era el nacido libre, aquella persona que no ha tenido nunca marcas de dependencia, como la esclavitud o la condición de liberto respecto de un patrono tras la manumisión. Posteriormente, el ingenuo y la ingenuidad pasaron a denominar al cándido, a quien no tiene malicia.

El gentilicio es lo relativo al linaje o familia, y el adjetivo gentilicio es el que denota la procedencia geográfica de las personas o su nacionalidad, como pueden ser “castellano” o “gallego”.

Algunos videntes intentan predecir el futuro de las personas por el día del nacimiento y solicitan del interlocutor qué día han nacido; esta forma de adivinación se llama genetlíaca.

En la concepción siempre tiene que haber un principio activo, un germen, para que la semilla pueda germinar. Los nacidos de un mismo germen son hermanos (<fratres germanos, “hermanos carnales”). Y se crean después las hermandades. Posteriormente le nombre pasa a aqueéllos que sin ser de la misma familia natural, pertenecen a una misma familia religiosa, las órdenes y congregaciones religiosas, que tienen padres y hermanos o frailes, aunque estos últimos proceden de otra raíz inicial, así fray (<frater).

El calendario de la Revolución Francesa incluyó un mes germinal, que comprendía del 20 o 21 de marzo al 19 de abril y constituía el séptimo mes del calendario republicano, y el primero de la primavera, por ser aquél en el que germinan las semillas.

 



story | by Dr. Radut