Skip to Content

CURIOSIDADES ETIMOLÓGICAS

QUATTUOR

Es el número que se utiliza, paradójicamente, para indicar escasa cantidad de algo (“cuatro gatos”, “cuatro gotas”, “cuatro letras”…), frente  uno de sus múltiplos, cuarenta, que indica un número muy elevado.

Del latín quattor nos ha llegado el cuatro, y todos los compuestos como el catorce y el cuatrocientos. En matemáticas se utiliza mucho el cuadrado, que es un cuadrilátero, esa figura de cuatro lados que en el lenguaje deportivo se refiere especialmente al ring de boxeo y de otros deportes marciales y el cuadrángulo. Su forma hace que en el lenguaje figurado signifique cierta rigidez; “cabeza cuadrada”, “hombre cuadriculado”. Del cuadrado francés, carré, tenemos carrière, “cantera”, lugar donde se da a las piedras una forma especialmente cuadrada, se escuadran. Usamos la escuadra y el cartabón (del occitano antiguo escartabón, a su vez de escartar, dividir en cuatro), para dibujar figuras geométricas. Y así llegamos a la escuadra de galeras, porque los hombres que la componían se agrupaban formando un cuadrado, que dará más adelante escuadrilla y escuadrón, palabras que con este mismo sentido se extenderán desde el español a otras lenguas. Los soldados de tierra, sin embargo, estaban acuartelados en sus cuarteles. Como en las grandes ciudades, divididas en principio en cuatro barrios, de donde el francés quartier, que dio en español cuartel. En Hispanoamérica las calles están divididas en cuadras, no en manzanas.

En el ámbito laboral surge la cuadrilla o peonada de cuatro personas para realizar un trabajo, extendida al mundo del toreo, compuesta por el maestro y los tres subalternos.

Las cuadrigas son tiros de cuatro caballos uncidos, es decir, cuatro caballos (cuadrúpedos) unidos por yugos. Algunos podían ser cuatralbos, con las cuatro patas blancas. Los monos cuadrúmanos son los que tienen en las extremidades, tanto torácicas como abdominales, el dedo pulgar oponible a los otros dedos.

Del ordinal quartus obtenemos gran número de palabras en español. Desde el cuarto como ordinal y como partitivo, hasta el cuarteto, composición de cuatro versos o bien conjunto de cuatro voces, la cuarteta (estrofa de cuatro versos de arte menor), pasando por el cruel descuartizar, que en un principio fue desmembrar a la víctima en cuatro partes.

Los cuatreros son los ladrones de ganado, que llevaban a cabo sus fechorías antes de que llegaran a las cuadras. En América se llamaba cuarterón al nacido de mestizo y española o de español y mestiza, por tener un cuarto de indio y tres de español.

De dividir una casa en cuatro partes, tenemos el cuarto de dormir, de estar, de baño…

Los cuartos son también una moneda de cobre antigua, equivalente a cuatro maravedíes, que circuló en España durante los siglos XIV a XIX, aunque también tuvimos en ese tiempo cuatrines, que eran de muy poco valor.

En los museos etnográficos están expuestos los cuartillos, medida de capacidad para líquidos que es la cuarta parte del azumbre, poco más de dos litros, equivaliendo el cuartillo por tanto  a poco más de medio litro.

El quadrivium (“cuatro vías”) en la Edad Media era el conjunto de las cuatro materias matemáticas (aritmética, geometría, música y astronomía) que, junto con las del trívium, formaba el conjunto de enseñanzas que todo hombre debía aprender como base de su formación.

Del distributivo latino quaterni, “de cuatro en cuatro”, tenemos cuaderno, que estaba dividido a su vez en cuatro cuartillas. Más adelante se coserán dichos cuadernos para mejor conservación y lectura, surgiendo así la encuadernación y encuadernador, labores ligadas a los monasterios.

Del latín quaternio surge en francés quadregnon, que evoluciona a carillón (habitualmente carrillón), reloj con un mecanismo de cuatro campanas, que todavía podemos oír en algunas iglesias.

En época medieval eran frecuentes las fiebres cuartanas, que eran periódicas, sobrevenían cada cuatro días y mantenían postrados en cama a quienes las padecían. Eran épocas en que los agricultores acostumbraban a cuartar los campos, es decir, a dar la cuarta vuelta de arado a las tierras que se habían de sembrar de cereales.

De quadraginta, cuarenta, y sus derivados vamos a tener la cuaresma, que procede de quadragesima dies o día cuadragésimo, por los cuarenta días que pasó Jesucristo en el desierto sin probar alimento. Durante siglos en ese período cuaresmal de cuarenta días la Iglesia católica pedía a los fieles no probar la carne, por lo que unos días antes tenían lugar las fiestas de carne-vale, es decir, “adiós a la carne”, de ahí el “carnaval” o fiestas de “carnestolendas”, “supresión de la carne”. El número cuarenta indica la plenitud en el mundo judío, son los días del diluvio universal, y los años que tardó en llegar el pueblo elegido desde Egipto a la Tierra Prometida, etc., y tiene un sentido penitencial. Ponemos en cuarentena a un enfermo o a un ordenador con virus. Podemos cantar las cuarenta – expresión derivada del juego del tute - .

Carrefour significa “cruce de cuatro caminos”, porque el primer hipermercado estuvo ubicado en un cruce de cuatro caminos.



story | by Dr. Radut