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CURIOSIDADES ETIMOLÓGICAS

AGO

Desde la acción fundamental de “llevar, llevar hacia delante” empujar (acción del boyero aguijoneando detrás a la manada) pasa a “conducir, guiar, acompañar”; y más tarde “llevar acabo” y, por ello mismo “realizar”. Un verbo pródigo que ha dejado largo rastro de términos, cuya generosidad y prodigalidad hay que descubrir a veces con espíritu de sabueso. En esta labor de guiar, conducir, tenemos las palabras terminadas en -ago, -ogo, como pedagogo, que en un principio era el esclavo que llevaba o acompañaba al niño de la familia patricia hasta la escuela, no quien teorizaba sobre la enseñanza; mistagogo, quien explica los misterios sagrados; sinagoga, reunión religiosa de judíos y, a partir de ahí, el lugar donde se reúnen; paragoge, fenómeno por el que se añade un fonema al final de la palabra, como “felice” por “feliz”; etc.

Hoy en día utilizamos la agenda, es decir  el instrumento donde se apuntan “ las cosas que han de llevarse”, que es lo que significa (igual que la “merienda” es “lo que ha de merecerse”, la ganaba el obrero en especie al final de la tarde tras haber trabajado desde la mañana). Es muy útil para los activos e hiperactivos que programan múltiples actividades.

También tenemos agencias de viajes o de modelos; y agentes , que pueden ir desde los que actúan en la Bolsa hasta el propio James Bond, el famoso agente 007, y tienen mucho más que ver con el hacer que con el llevar, es decir, están más cerca de las gestorías y de los gestores.

Quien se mueve con rapidez es ágil, y muestra su agilidad en los distintos movimientos. Y si se va con mucha frecuencia a un lugar el verbo ago se convierte en agito, y así vemos la agitación y el agitarse de la vida actual. Se agita la medicina antes de usarla, para que no quede la sustancia en el fondo del envase. Las grandes concentraciones de masas necesitan de agitadores para que aquello funcione: activistas para actuar.

El verbo tuvo desde sus orígenes una extensión semántica, llegando al mundo del teatro. Así la obra está dividida en actos y a los que interpretan la vida de otros se les llama actores y actrices (también existen las actoras, término del derecho que alude a la parte demandante de un juicio). En la Edad Media se ponían es escena los autos sacramentales, “composiciones dramáticas de carácter religioso (bíblico o alegórico). En el cine la palabra acción sirve para advertir a actores y técnicos que comienza una toma. Al accionar un dispositivo todo se pone en marcha.

En griego clásico actor era denominado hipocrités, que ha dado en español hipócrita, aquel que vive y obra parapetado tras una máscara. En ocasiones nos encontramos con personas ambiguas, que no saben hacia dónde tirar, perturbándonos su ambigüedad, porque se andan con ambages, “rodeos”. De la misma raíz es la palabra francesa ambigú, que se refiere a la cena en la que se sirven de una vez manjares fríos y calientes.

En el mundo de la agricultura tenemos el barbecho (< vervactum), es decir, la tierra que se araba en primavera (ver), en una segunda sementera, que más tarde pasará a ser aquella que no se siembra, que se deja descansar durante una temporada para que al año siguiente dé más fruto. Esta es una forma de cuidar (cogitare <cum + agito) la tierra. El cuidado de la ganadería nos ofrece el cuajo (<coactum, “concentrado, reunido”) y el coágulo con sus respectivos verbos cuajar y coagular, que tienen el mismo significado, pero sólo varían por la materia a la que se refieren, leche o sangre.

Podemos atravesar la vida, transigir, “llevar a cabo, pactar, pasar el tiempo o la vida”. Y se puede ser un intransigente, que no pasa una y amarga a los que tiene a su alrededor.



story | by Dr. Radut