PROFESIONAL DEL AMOR
Friné era conocida por su belleza y por las riquezas que había logrado acumular como pago por sus servicios. La bella hetaira se ofreció para costear la reconstrucción de las murallas de Tebas, pero su oferta fue rechazada porque quería grabar en ellas la inscripción: “Friné ha rehecho lo que el gran Alejandro deshizo”.
La joven ordenó colocar una estatua de oro macizo en el santuario de Delfos. Diógenes se enteró y le aconsejó que hiciera grabar al pie de la estatua la siguiente frase: “gracias a la incontinencia y la lascivia de mis amigos”.
En un banquete al que habían acudido otras hetairas, se propuso como juego que todas hicieran lo que hiciera una de ellas. Cuando le tocó el turno a Friné, cuya belleza no hacía necesarios los afeites y las pomadas, pidió que le trajeran agua y se lavó la cara con ella. Sus compañeras no tenían más remedio que imitarla, lo que provocó las risas de los invitados cuando vieron sus rostros sin maquillaje.
