Skip to Content

GRAECIA DIXIT

El talón de Aquiles

Del matrimonio de Tetis y Peleo nacerá Aquiles, uno de los protagonistas de la Ilíada, el más bravo guerrero y el más rápido corredor del ejército griego. Su madre quiso que fuera invulnerable[1] a las armas de sus enemigos, sumergiéndolo en el Estige, un río del Hades, cuyas aguas tenían esa virtud. Sin embargo, el líquido no llegó a bañar la zona del talón por donde lo tenía cogido Tetis, sino que, precisamente por ese punto débil encontrará la muerte el día en que Paris, el arquero humano, con la ayuda de Apolo, el arquero divino, le clave la flecha letal.

Pocas explicaciones necesita la frase por ser aplicable a cualquier cosa que tenga también “su punto flaco”.

El matrimonio entre Tetis y Peleo no duró mucho. La diosa, en sus deseos de despojar a sus hijos de su componente humano, pretendió hacerlos inmortales sometiéndolos por la noche a la acción purificadora del fuego, mientras que de día los ungía con ambrosía, pero con tan mala fortuna que seis de ellos perecieron. El séptimo, Aquiles, pudo salvarse gracias a que Peleo logró sorprender a Tetis en pleno experimento; no obstante, Aquiles resultó con lesiones en los labios[2] y en los huesos del pie. El niño entonces fue confiado al centauro Quirón, amigo de peleo y excelente cirujano, quien restauró sus faltas. Para ello, desenterró al gigante Dámiso, que en vida había sido un corredor invencible, le extrajo los huesos correspondientes y se los implantó al héroe. En modo alguno se habla del célebre tendón, cuya eponimia debe proceder de una atribución extensiva basada en la simbólica celeridad de “Aquiles el de los pies ligeros” con que lo distingue Homero.

 

 





[1] El dato relativo a la invulnerabilidad del héroe no aparece hasta el latino Estacio.



[2] Apolodoro, empleando una falsa etimología, hace derivar el nombre de Aquiles (Akhileús en griego) de akheíle, “sin labios”, “porque nunca había mamado”



story | by Dr. Radut