El proceso de lectura

En la redacción de una exposición todo se organiza en torno a un tema, por este motivo, cuando leemos o escuchamos un texto de este tipo, en muchas ocasiones tienen un título que nos indica desde el principio sobre qué trata. Si no lo hay, probablemente, en el primer párrafo se nos orientará sobre su contenido para comprenderlo mejor. El tema puede aparecer formulado en palabras, con una frase nominal, en la que habrá un sustantivo central y una serie de complementos para concretarlo: por ejemplo, "La población rural de Galicia", "Fauna y flora en la islas Cíes", etc.

Cuando estés ante un texto expositivo, recuerda que no eres un receptor pasivo, sino que debes reflexionar sobre el tema: seguramente algo ya sabes, por lo que podrás establecer relaciones entre tus conocimientos y los que el autor aporta. Además, el autor o autora tratará solamente ciertos aspectos o detalles del tema en cuestión: es imposible abarcarlo todo, y menos en una extensión relativamente breve. Por esta razón, también debemos comprender, al leer o esuchar una exposición, cuáles son los límites de su contenido: siempre hay una idea principal que funciona como "una columnna vertebral" que articula todo el texto.

 

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