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Pleno xuvenil organizado polo concello

Los jóvenes exigen escuelas de padres

Alumnos de Secundaria debaten en un pleno juvenil sobre límites y normas de educación

 

 

Los alumnos no pararon de solicitar la palabra durante el intenso debate del pleno

Los alumnos no pararon de solicitar la palabra durante el intenso debate del pleno Carmen Giménez

Reconocer que son necesarios los límites para una buena educación, pasar más tiempo con sus padres y conciliar las decisiones familiares con las de los docentes. Son algunas de las conclusiones a las que ayer llegaron los 28 alumnos de los colegios Maristas, Monterrey y Alborada y del IES Álvaro Cunqueiro que, convertidos en ediles por unas horas, participaron en la undécima edición del pleno juvenil organizado por el Concello.

A. RUBINOS "Es tarea de los adultos poner límites para que los jóvenes tengamos claro hasta dónde podemos llegar en cada situación, pero eso requiere tiempo y energía". Esta fue una de las muchas reflexiones de los alumnos que participaron en una nueva edición del pleno juvenil que giró sobre el establecimiento de normas y límites y la pérdida de autoridad del profesorado.
Así, estudiantes de 4º de ESO del IES Álvaro Cunqueiro y de los colegios Alborada, Maristas y Monterrey se convirtieron en concejales por unas horas. Tras la bienvenida del alcalde, Abel Caballero, acompañado del teniente de alcalde, Santiago Domínguez, fue la concejala María Méndez la que se encargó de encarrilar un intenso debate, con muchas peticiones de palabra y perfectamente moderado por el joven regidor que ocupó la silla presidencial, Rodrigo Mariño, del IES Álvaro Cunqueiro.
Uno por uno, los portavoces de cada uno de los centros tomaron la palabra. "Uno de los graves problemas es que los padres culpan a los profesores del fracaso escolar y los docentes se la echan a los padres, pero nadie propone medidas para solucionar esto", apuntó Diego, del Colegio Alborada. También reconoció que los padres "no saben o no quieren" decir que no a sus hijos. Por ello, tanto él como sus compañeros apostaron por el fomento de las escuelas de padres, por aumentar la conciliación familiar para pasar más tiempo con sus progenitores.
Precisamente la falta de convivencia con los padres fue uno de los problemas también apuntados por los alumnos del IES Álvaro Cunqueiro. "El ser humano aprende por imitación y si no están los padres aprendemos por otros lados, como los medios de comunicación o internet", incidieron, algo en lo que coincidieron con sus compañeros del Monterrey. Sin embargo, y tras reconocer la falta de disciplina en las aulas, abogaron por mejorar la formación y los medios del profesorado.
Por su parte, los estudiantes de Maristas abogaron por crear una web sobre educación y por poner desarrollar una campaña publicitaria "impactante", mientras que los estudiantes de Monterrey reconocieron que los padres deben establecer límites "pero sin imponerlos". "Nos deben enseñar lo bueno y lo malo para que sepamos escoger y si la educación es buena, esto se reflejará en la escuela y no habrá problemas con los profesores", concluyeron.
También pronunciaron en muchas ocasiones las palabras confianza y responsabilidad para hacerse respetar, así como poner de acuerdo a padres y profesores para no minar la autoridad de los docentes. "¿Qué autoridad tiene un profesor si un padre se opone a sus decisiones?", se preguntó Diego en medio de un encendido debate sobre si los maestros también tienen o no la obligación de educar no sólo en asignaturas a los jóvenes.
Tras más de hora y media de debate finalizó un pleno con una doble ilusión. "A ver si nos hacen caso", dijeron Diego (Alborada), Brais y Edgar (Monterrei). Luis y Antía, del IES Cunqueiro, y Pablo y Rubén, de Maristas, esperan que se repita una experiencia que calificaron de "excelente".



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