Estructura

La estructura de un texto normativo no es siempre la misma puesto que depende de muchos factores: destinatarios, objetivo, ámbito de aplicación, tipo de texto (jurídico, administrativo), etc.

En el caso de un juego, hay unos jugadores, con ciertos materiales (pelota, tablero, fichas, dados, un campo de juego, un mazo de naipes, según el caso), que se someten a ciertas reglas, y que tienen un objetivo: ganar el juego (meter más goles que el contrario, hacer jaque mate, realizar determinadas jugadas que dan más puntos, etc). La explicación del juego tendrá que aclarar y especificar estos detalles, con cierto orden, para que el lector u oyente no se haga un lío.

En el caso de un texto de tipo legal, que puede ser tan sencillo como un aviso municipal del tipo "No pisar el césped", hasta tan complicado como una ley con mil artículos, los aspectos que hay que tener en cuenta son:

  • Quién aprueba la norma.
  • Quién se encarga de aplicarla.
  • A quién va dirigida: por ejemplo, todos los usuarios de un parque natural.
  • Qué pretende: por ejemplo, regular el uso y disfrute de un espacio natural, y proteger la zona y fauna de la zona.
  • Qué tipo de normas plantea: por ejemplo, normas de uso y disfrute (lo que se puede hacer, como los sitios por donde se puede caminar; lo que no hay que hacer, como tirar basura, recoger flores o molestar a los animales, prender fuego, etc.) Entre esas normas encontraremos también las sanciones a que puede estar sujeta una persona en caso de incumplirlas.
  • Aspectos temporales: fecha de entrada en vigor.

Siempre habrá distintos apartados y subapartados para especificar todos estos detalles. Normalmente se recurre a algún sistema de numeración, con división en títulos (es decir: temas amplios), secciones (subapartados), y artículos (cada una de las normas).

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