Valores estilísticos

En este apartado vamos a analizar qué efectos de estilo tienen los adjetivos en un texto dado.

La abundancia de adjetivos supone mayor subjetividad. Puede servir para imprimir mayor belleza al objeto descrito, o bien para expresar un tipo de ambiente (por ejemplo, para transmitir inquietud en un cuento de terror).

En el siguiente fragmento, fíjate en los siguientes adjetivos: inmensa, altas, negro, eterna, lúgubre, incesantes, fangosa, agresivo, sombría, calma, única, violento. En conjunto, transmiten una imagen desagradable, de muerte y peligro.

El Paraná corre allí en el fondo de una inmensa hoya, cuyas paredes, altas de cien metros, encajonan fúnebremente el río. Desde las orillas bordeadas de negros bloques de basalto, asciende el bosque, negro también. Adelante, a los costados, detrás, la eterna muralla lúgubre, en cuyo fondo el río arremolinado se precipita en incesantes borbollones de agua fangosa. El paisaje es agresivo, y reina en él un silencio de muerte. Al atardecer, sin embargo, su belleza sombría y calma cobra una majestad única.

El sol había caído ya cuando el hombre, semitendido en el fondo de la canoa, tuvo un violento escalofrío.

(Horacio Quiroga, A la deriva)

En una narración, la escasez de adjetivos permite que la acción vaya más rápido; en un texto puramente descriptivo, aporta objetividad, sobre todo si tienen valor estrictamente especificativo.

En cuanto a su colocación, cuando va antepuesto destaca la cualidad, por lo cual aporta más subjetividad.

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