El ordeño es un proceso bastante complejo, que consiste en varias tareas que requieren mucho trabajo y atención del ordeñador. Además, las vacas deben ser ordeñadas generalmente dos veces al día en el período de lactancia (aproximadamente 300 días), por lo que significa el cuidado diario de los agricultores y el tema de todos los horarios de la granja a este ritmo. La parte más exigente del ordeño, además de la recolección de vacas para el ordeño y la limpieza de la máquina de ordeño después de eso, es el lavado de ubres, la instalación de unidades de ordeño y el ordeño. En el sistema de ordeño automático, las vacas pueden ir a la máquina de ordeño para que decidan por su cuenta el tiempo y el intervalo de ordeño. El sistema limpia, pre-ordeña, seca y estimula cada teta individualmente usando agua, aire comprimido y una aspiradora. Un sensor láser con posición de pezón escanea la ubre y ayuda al brazo robótico para la aplicación y extracción automática de la pezonera. El sistema de puertas controla el tráfico de vacas. Cuando la vaca ingresa a la unidad de ordeño (debido a la comida altamente apetecible que encuentra en la caja de ordeño), un sensor de identificación de vaca lee una etiqueta de identificación (transpondedor) y pasa la identificación de la vaca al sistema de control. Si la vaca fue ordeñada recientemente, el sistema de compuerta automática envía a la vaca fuera de la unidad. Si la vaca puede ordeñarse, se realiza la limpieza automática de los pezones, la aplicación de la taza de ordeño, el ordeño y la pulverización de los pezones. El sistema también monitorea la salud de la ubre y cuenta las células somáticas como un indicador de la calidad de la leche y la presencia de bacterias dañinas.