El espacio

En esta novela conviven dos espacios, uno real, y otro totalmente ficticio, que aparece plenamente incluido dentro del real. Corresponden a dos sociedades paralelas, una ficticia integrada dentro de la real. Harry vive con sus tíos cerca de Londres, pero cuando va a comprar el material escolar -que incluye libros de texto muy especiales y artilugios mágicos, por supuesto- tiene que ir a un callejón al que la gente normal -los muggles- no puede acceder.  Igual ocurre con su viaje a la escuela: parte de King's Cross, una de las cuatro estaciones más importantes de tren de Londres, pero allí debe ir a un andén especial, el 9 3/4, al que tampoco la gente corriente puede entrar.

En cuanto a la escuela de magia y hechicería, el colegio Hogwarts, se sitúa en un castillo campestre, alejado de todo. Tiene una gran sala, una gran extensión de terreno, donde está el campo de juego de quidditch, y múltiples recovecos. Como edificio podría pasar por real: en Inglaterra hay castillos así, que se emplean de colegios internados; pero tiene sus características especiales propias del mundo mágico.