La orden y la prohibición

El imperativo es un modo verbal que solo tiene dos formas personales: la segunda del singular y del plural:

Canta - cantad

Lee - leed

Sube -subid

Para el resto de personas gramaticales empleamos el presente de subjuntivo. Así ocurre cuando hablamos de usted, que requiere el verbo en tercera persona de singular:

Traiga el dossier, por favor. (Usted)

Ordenemos el aula. (Todos nosotros/entre todos)

En la lengua hablada, la -d final del imperativo se suaviza mucho. Aunque lo correcto es hacerlo así, coloquialmente hay una gran tendencia a pronunciar una -r (y entonces se confunde con la forma del infinitivo).

El infinitivo se utiliza para expresar una orden cuando se dirige a un colectivo indeterminado, es decir, a todos nosotros, sin que exista un sujeto determinado: ocurre en las indicaciones de los electrodomésticos, de los alimentos, y en avisos diversos; así, por ejemplo: "No fumar", "No prender fuego", "Lavar bien las manos con jabón", "No introducir objetos metálicos", etc.

También se puede emplear del infinitivo en expresiones coloquiales y familiares: "¡A comer!"

Otra posibilidad de expresar orden o prohibición es mediante el futuro imperfecto de indicativo: "Te callarás y harás lo que se te dice", y con el presente de indicativo "Ordenas la habitación ya mismo", y empezando por "que": "¡Que te calles!"; en este último caso, se puede sobrentender que el hablante omite el verbo inicial: [Te he dicho] que te calles!".

A las formas anteriores para expresar mandato se suman, por último:

Construcciones especiales: tener que + infinitivo; deber + infinitivo; hay que + infinitivo (esta última forma oraciones  impersonales):

Tienes que estudiar más.

Debes jugar sin hacer trampas.

Hay que tener cuidado con el mar cuando hay corrientes. (Impersonal)

(Nota. En algunas zonas de España o Latinoamérica también es frecuente la construcción "haber de + infinitivo": "Has de hacerlo mejor").

Estas construcciones especiales se llaman "perífrasis verbales" y se forman con un verbo conjugado, a veces una partícula intermedia (de/que/a), y luego el verbo en infinitivo (y, en otros casos, en gerundio o participio). En todos estos ejemplos vemos que expresan obligación. Se dice de ellas que son perífrasis verbales modales de obligación.

La prohibición es como un mandato negativo. Las formas verbales del imperativo solo valen para construcciones afirmativas. Para expresar la negación es necesario emplear el presente de subjuntivo:

No lo hagas, Aloia.

-  No salgas fuera del recinto durante el recreo.

Y, como hemos visto antes, cuando el sujeto es indeterminado se emplea el infinitivo. En el prospecto de un medicamento te encontrarás a veces el siguiente aviso:

No tomar en ayunas.

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