A tener en cuenta

Es importante que tengas en cuenta que el corrector ortográfico no siempre reconocerá las faltas de ortografía, porque a veces habrá palabras homónimas, es decir, que se escriben igual, pero son palabras distintas, y si empleas una de ellas mal entonces el corrector no advierte el error, dado que compara con un diccionario y ha comprobado que existen las dos posibilidades.

Por ejemplo: la preposición “a” y el verbo haber “ha”: si escribes “el a echo un examen estupendo” (mal escrito, claro) el sistema no corrige nada. Por supuesto, hay que escribir “él ha hecho”.

Otro ejemplo. Si escribimos “se que no lo hiciste tú”, la aplicación no detectará que “se” es un verbo, y que está mal escrito (porque se escribe “sé”, con una tilde diacrítica para distinguirlo de "se" pronombre).

Eso significa que, ante el corrector ortográfico de cualquier programa de edición de textos, hay que tener una actitud crítica y responsable: no podemos llegar a creer que, porque hayamos corregido las faltas que el programa nos ha indicado, todo está bien; tú eres el último responsable del texto, y ello exige que adoptes las decisiones oportunas, revisándolo.

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