En el siglo IX, Al-Jwarizmi escribió un manual que tuvo una gran influencia en todo el mundo civilizado, incluso siglos después.

Llamaba a la incógnita la cosa, nomenclatura que pasó a Europa, donde al álgebra se la llegó a denominar "el arte de la cosa".

Si a 16 veces la cosa, le sumamos 35, obtenemos el mismo resultado que si multiplicamos 3 por la cosa y por la cosa.

Cosa, en árabe, se pronuncia xay, y así fue transcrita a castellano. Poco a poco fue sustituida por su letra inicial, la x.