IES Fonmiñá

Si tras un largo periodo de tiempo realizando ejercicio con regularidad, de repente dejas de hacerlo, debido por ejemplo al confinamiento que estamos viviendo en estos momentos, experimentarás una serie de cambios fisiológicos y psicológicos negativos que te harán sentir mal y emperorarán tu estado de ánimo, produciendo lo que podríamos denominar un "envejecimiento acelerado..."

Veamos algunos de esos cambios negativos:

- Perderás masa muscular, y su bioquímica se empobrecerá, tendrás menos combustible (glucógeno) almacenado y menos enzimas relacionadas con la producción de energía.

- Tus tendones y ligamentos perderán volumen y serán más débiles.

- Perderás densidad ósea y tus huesos se convertirán en estructuras más frágiles.

- Tus cartílagos articulares perderán tamaño y estarán peor nutridos.

- Tu corazón perderá volumen y fuerza de contracción, esto hará que aumente tu frecuencia cardiaca en reposo y durante la realización de cualquier actividad física.

- La circulación sanguínea se hará más lenta, aumentará la presión y la rigidez arterial, disminuirá el volumen total de sangre y la concentración de glóbulos rojos (transportadores de oxígeno).

- Tu metabolismo se hará más lento, consumirás menos energía y por tanto acumularás más grasa y aumentarás tu peso corporal.

-Tu sistema inmunitario se hará más débil.

- Disminuirá la producción hormonal, con diferentes efectos físicos y psicológicos.

- Tu estado de ánimo será peor, perderás capacidad de concentración y te volverás más vulnerable de sufrir ansiedad y problemas para conciliar el sueño.

Todo ello conllevará que en valores aproximados, cada semana que no entrenas perderás un 2% de tu capacidad funcional...