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MICKEL

 

Mi querido, mi viejo, mi amigo: no me mueve el orgullo para escribirle, si no, no lo haría. Pero hoy, como ayer, pensé en usted y me queda la espinita de no poder despedirle como se merecía. Mil gracias por cada consejo y cada ayuda a tiempo. Ha sido todo un caballero, intachable y todo un “sister” para mi persona, o así lo sentí en mi corazón. Decirle que si esto fuese mi historia, le concedería el don del final alternativo, pero como fue suya, he sido juzgada sin defensa, cabeza de turco en una guerra perdida de antemano (que ironía) . Mil gracias por frenar mis intentos de fuga, (cuando me apretaban las cuñas),otros tantos por los acertados consejos y la ayuda cuando me ahogaba en mi misma.

 

Ha sido un rayo de sol en el día mas oscuro, el ángel que susurra al oído la esperanza cuando la sentí perdida, el aliento cálido en las horas frías y pilar central sin usted saberlo. No voy a guardarlo en mi recuerdo como el malo de la película, porque usted ya sabe, que el corazón es débil. Lo mantendré como lo que fue en estos años, mi querido, mi viejo, mi AMIGO!!!

 

Mano Figueira, 2019

 



story | by Dr. Radut