DIONISO
Baco para los latinos, se halla entre los dioses más populares de la mitología clásica de la historia del arte. Dios del Vino y de la Agricultura, se asocia con las fiestas, la danza y los desórdenes –es decir, con todos los actos que conducen al hombre a sobrepasar las normas de la vida cotidiana-, hijo de Zeus (Júpiter) y Semele, sufrió la persecución de Hera (Juno). En sus viajes para huir de la ira de la diosa, Dioniso extendió la vid convirtiéndose así en el dios de la viticultura. Su historia se entreteje con la de Ariadna, que, abandonada por Teseo, es acogida por el dios y llega a ser su mujer. Su figura constituye una presencia constante en las vasijas y relieves antiguos, en los cuales aparece coronado con hojas de vid o de hiedra, rodeado de ninfas, silenos, sátiros y bacantes. El personaje de Dioniso es muy popular en la estatuaria y la pintura del Renacimiento, el Barroco y otras, Miguel Ángel, Bellini, Tiziano, Carraci, Caravaggio, Guido Reni y Poussin son algunos de los artistas que han dedicado sus obras al dios Dioniso.
El episodio de su nacimiento se halla entre los más dramáticos de la mitología griega. Según cuenta Apolodoro (Biblioteca, III, 4,5), Zeus se enamora apasionadamente de Semele, una de las hijas de Cadmo, el héroe fundador de Tebas, y Harmonía, hija de Ares y Afrodita: Hirviendo de celos, Hera sugiere a Semele que pida a su amante que se le aparezca rodeado de toda su gloria como demostración de su amor. El dios, que le había prometido cumplir todos sus deseos, no pudo negarse a su petición. Se le presenta en todo su esplendor y fuerza, arrojando relámpagos y truenos en medio de una luz cegadora para un mortal. Semele, embarazada de Zeus, muere carbonizada. Pero el dios tiene tiempo de extraerle el niño e injertarlo dentro de su muslo. Así, Dioniso nace más tarde del muslo de su padre y queda condenado a vagar por el mundo perseguido por Hera.
Nacimiento de Baco
Gabriel Alonso
Dioniso niño
Guido Reni
Cuando vuelve a Grecia, Dioniso se refugia en Tebas donde las hermanas de Semele habían hecho correr la voz que no era hijo de Zeus, sino de las relaciones adulterinas de Semele y un hombre. En la ciudad reinaba Penteo, su primo y, como él, descendiente de Cadmo. En primer lugar, el dios castiga a las mujeres culpables de calumniarlo enloqueciéndolas y obligándolas a retirarse a Citerón, la montaña de Tebas. A continuación lleva a cabo diversos prodigios para convencer a Penteo de su origen divino, pero éste lo toma por un impostor y decide desafiarlo. Dioniso logra persuadirlo, pero Penteo, al salir del Citerón para espiar a las mujeres y comprobar su estado delirante provocado por el dios, es descubierto por éstas y acaban descuartizándolo. Su misma madre, Ágave se apodera de la cabeza creyéndola de un león y la clava en un tirso[1]. Cuando la mujer vuelve en sí, se da cuenta de que es su propio hijo muerto. Éste es el tema central de la tragedia de Eurípides Las Bacantes.
Hermes y Dioniso niño
Praxiteles
Baco
Caravaggio
Dioniso y las Ménades
Ánfora(540-530 a.C.)
La dimensión delirante, “dionisíaca” u “orgiástica” del mito se expresa a través de las imágenes de la danza irrefrenable del cortejo que sigue al dios, compuesto por ninfas, silenos – criaturas con torso de hombre y miembros inferiores en forma de patas de caballo, entre los cuales figura el músico Marsias (hombre-cabra) y bacantes, mujeres presas del delirio. Entre las representaciones de la danza del cortejo dionisíaco destaca el relieve musical de mármol de Herculano, en el cual ina bacante avanza haciendo resonar el tamboril, seguida por dos sátiros carentes de atributos animales, pero portadores del tirso y las pieles de león, animal en el cual Dioniso se había transformado durante el viaje marítimo a Nasso. En el arte moderno, el estado de ebriedad y de frenesí se expresa de modo ejemplar en el fresco de Annibale Carracci , El triunfo de Baco.
El triunfo de Baco
Annibale Carracci
El estado orgiástico era habitual en las celebraciones en honor de Dioniso difundidas en todo el mundo griego. Hay que precisar que en griego antiguo la palabra “orgía” significaba “misterio” y que, a pesar de relacionar el consumo del vino con la ebriedad, y con la danza que provocaba el extravío del sentido del orden del hombre, carecía de la connotación sexual actual.
El dios puede ser también comprensivo y agradecido. En una ocasión pide a unos piratas tirrenos que lo transporten a Nasso. Fingiendo que aceptan, los piratas intentan raptarlo y llevarlo a Asia. Pero el timonel, al reconocer su naturaleza divina, alerta a sus compañeros, recomendándoles liberar al joven de inmediato; pero aquéllos no le hacen caso. Entonces el dios llena de vino la barca, transforma los remos en serpientes y hace crecer desordenadamente la parra y la hiedra que se enroscan en el mástil y en toda la embarcación. Los piratas ordenan al timonel dirigirse a la costa, pero Dioniso se transforma en un terrible león y hace aparecer en el centro de la nave a un oso. Aterrados, los marineros se arrojan al agua y son transformados en delfines. El dios salva al timonel y lo convierte en un hombre feliz y afortunado.
Dioniso y los delfines
Vasija ática (530 a.C.)
Más tarde se une a Ariadna al ser abandonada ésta por Teseo.
Baco encuentra a Ariadna abandonada por Teseo en Naxos
Angelica Kauffmann
Mercurio confía al infante Baco a las Ninfas
Francois Boucher
Bacanal
Alma Tadema
Después que las diosas hubieron criado
Al dios celebrado en los cánticos
Recorrió los valles boscosos
Adornado de hiedra y laurel: con él venían las ninfas
De las cuales era el guía: los gritos
Traspasaban la blanca floresta.
Himnos Homéricos, XXVI, “Himno a Dioniso”
El triunfo de Baco
(Los Borrachos)
Velázquez
Baco y Ariadna
Alessandro Turchi
Te siguen las Bacantes y los sátiros y el viejo que, ebrio, sostiene con el bastón los miembros bamboleantes y ni tan siquiera se aguanta sobre la curvada grupa del asno.
OVIDIO, Metamorfosis, Libro IV, 25-27
Baco y Ariadna
Alessandro Turchi
Retrato de Lady Hamilton como bacante
La Bacanal
Tiziano
Ariadna
Waterhouse