Ascensión del Señor
Hacia 1620. Óleo sobre lienzo, 163 x 101 cmNo expuesto
Cristo ascendiendo a los cielos marca el eje central de la composición y a izquierda y derecha el pintor dispone dos grupos compensados de personajes. La adscripción del lienzo a Antonio Lanchares se debe a Pérez Sánchez, en atención a la influencia que Eugenio Cajés tiene sobre los modelos de la parte inferior, en lo que se refiere a los rostros, a cabellos y a los gestos grandilocuentes de los personajes. Sin embargo la monumentalidad de los ropajes, las proporciones de la manos, la figura de Cristo y especialmente los dos ángeles de la parte superior hicieron pensar en una gran influencia de la pintura romana. Ambas circunstancias encajan con el estilo de Lanchares, educado con el pintor madrileño, que trabajó posteriormente en Italia. Quizá sea esta la Ascensión citada por Palomino en la cartuja del Paular, que medía dos varas, equivalentes a la altura de esta pintura, compañera de un lienzo representando la Pentecostés. Ponz volvió a citar ambas obras firmadas por Antonio Lanchares en la sala de capítulos de dicha cartuja. Ceán Bermúdez precisó que solamente una estaba firmada. Si así fuera, esta pintura habría formado parte del retablo de la capilla del Sagrario en el que a partir del 8 de agosto de 1619 trabaja este pintor y el escultor Miguel Tomás, y que fue sustituido en el siglo XVIII por otro, obra de Hurtado Izquierdo (Texto extractado de Orihuela, M.: Pintores del reinado de Felipe III, 1993, p. 72).