Arquitectura

Galicia diseña su nueva arquitectura pedagógica

La pandemia de Covid-19 ha supuesto un punto de inflexión a la hora de concebir espacios como las aulas y la actividad educativa. Galicia lo ha plasmado en el 'Plan de Nueva Arquitectura Pedagógica'.
© Karv One Design/ Dick Liu

El Plan de Nueva Arquitectura Pedagógica que se acaba de aprobar en Galicia es una reacción a la pandemia del Covid-19 que, de alguna manera, ha sido un punto de inflexión para replantear la manera de concebir la arquitectura en el sector de las aulas y la actividad educativa para niños y jóvenes. En concreto, se trata de una guía para la construcción y renovación de sus colegios e institutos públicos durante los próximos años, que contempla espacios más amplios y flexibles, y centros adaptados para la enseñanza digital y mixta. Al mismo tiempo, esta hoja de ruta busca la armonía con el entorno, apostando por una paleta de colores claros, y la adecuación a la climatología gallega, con patios cubiertos.

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El documento, dialogado y consensuado con el Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG) y otros agentes implicados como la Federación Gallega de Municipios y Provincias (FEGAMP), el Comité Educativo, la Junta autonómica de directores, AMPAs y decanatos de las facultades de Ciencias de la Educación, configura un “nuevo modelo de centros educativos” que representa un “cambio de paradigma”, según el resumen ejecutivo del plan. El objetivo principal de este manual de referencia para las obras a acometer en relación con las infraestructuras educativas es favorecer la actividad docente, dando respuesta a las necesidades presentes y futuras derivadas de las nuevas metodologías y la creciente digitalización. De ahí la apuesta por espacios más flexibles y adaptables que permitan el trabajo colaborativo y por proyectos en centros educativos inteligentes, preparados tanto para la enseñanza digital como mixta y dotados con polos creativos o espacios maker para trabajar las competencias STEM.

Asimismo, incluye criterios para garantizar espacios más saludables en la era post Covid-19: que eviten la propagación o acumulación de patógenos; fáciles de higienizar; orientados a la prevención de riesgos, a la interacción humana y al desarrollo psicofísico y social; con buena ventilación y mayor amplitud; con buena luz y acústica, e inclusivos.

En cuanto al color de los interiores, la guía habla de tonalidades claras y de predominio del blanco en paredes y techos, pero propone estudiar el color desde un punto de vista pedagógico y diferenciar entre zonas dinámicas y tranquilas, ajustando el color en función del uso. Otro factor relativo al interior de los centros es el mobiliario, el cual, aparte de estar adaptado a cada ciclo, debe ser abatible, apilable y de fácil almacenamiento.

Los patios no solo se conciben como espacios para el ocio de los estudiantes sino también como lugares complementarios para la docencia, sobre todo en un contexto marcado por el Covid-19. Considerando la climatología de Galicia, los patios cubiertos favorecen ambos usos, a los que se añade el objetivo de que se puedan utilizar fuera del horario escolar para otras actividades con la comunidad educativa. La idea es contar con instalaciones modulares y adaptables para distintas circunstancias y con un diseño uniforme, para lo que próximamente se abrirá un concurso público. También prevé pistas multideporte en las que se puedan practicar al menos cinco deportes y que permitan un uso polivalente dentro y fuera del horario escolar.

INTEGRACIÓN CON EL ENTORNO Y SOSTENIBILIDAD

En lo que respecta al exterior, el plan hace hincapié en la necesidad de que los centros estén integrados en el entorno donde se ubican, sea urbano o rural, para que la comunidad local los perciba como algo propio, de manera que circunscribe las tonalidades de las fachadas a blancos y ocres, de acuerdo a criterios paisajísticos. En este sentido, también se decanta por volúmenes bajos y la “apertura socio-espacial”. Además, promueve las “edificaciones singulares”.

Las directrices persiguen también centros medioambientalmente sostenibles, diseñados para reducir la demanda energética, y promueven la instalación de centrales de biomasa para suministrar de forma centralizada agua caliente para la calefacción, con las que, al tiempo que se mejora la gestión y limpieza de los montes gallegos con el uso de biomasa forestal, se obtiene un ahorro energético medio del 25% y un ahorro económico del 34%, mientras la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera puede alcanzar el 56%.

El plan contempla una dotación económica de 191 millones de euros destinada a centros de nueva construcción, ampliaciones, rehabilitaciones y otras intervenciones. Así, dará lugar actuaciones en cuatro de cada diez centros del sistema educativo gallego, compuesto por aproximadamente 1.100 colegios e institutos. De hecho, ya se están licitando un total de 45 obras por un importe superior a 16,7 millones de euros.