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Las técnicas de estudio son una herramienta para hacer efectivo lo que aprendemos. Se están convirtiendo en uno de los conceptos más importantes en el mundo estudiantil. Después de ver todo el fracaso escolar que se
está cosechando en los centros educativos, a los estudiantes os
queda la opción de mejorar vuestro rendimiento con normas,
trucos, técnicas o recetas de estudio que puedan mejorar
claramente los resultados. Las técnicas de estudio son un
conjunto de herramientas, fundamentalmente lógicas, que ayudan a
mejorar el rendimiento y facilitan el proceso de memorización
y estudio.
Es fundamental, a la hora de sentarte a estudiar la mentalización
de "tener que estudiar". Si partimos de que no queremos estudiar
el resto sobra. La situación social ante la que nos encontramos,
nos exige, cada día más, una excelente preparación, de tal
manera que en el futuro encontremos salidas laborales. La
organización a la hora de comenzar un año escolar es
fundamental. Tenemos que partir de las horas que permanecemos en
el centro educativo y de este modo organizar el resto del tiempo
para poder llevar al día la preparación de los contenidos que
vamos viendo día a día. El estudio diario, es casi obligatorio.
No consiste en estar delante de los libros dos o tres horas
todos los días. Consiste en ver nuestras propias necesidades,
analizar en que campos o temas tenemos más problemas, cuales
son las prioridades inmediatas, y a partir de ahí
confeccionarnos un horario de "trabajo" diario. El
estudio, hasta llegar al período laboral social, es nuestro
verdadero trabajo y lo debemos ver como algo que va a facilitar,
con toda seguridad, nuestra posterior vida laboral.
El objetivo de esta sección es que puedas desarrollar un método
de estudio que convierta las técnicas en un hábito. Esto te
ahorrará tiempo y te ayudará a organizar mejor tu trabajo.
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Los factores ambientales son también un factor importante a tener en cuenta: debes cuidar la iluminación, la temperatura, evitar distractores (T.V.-totalmente descartada-ruidos, etc ) para
que el sitio elegido sea propicio. Tu lugar de estudio debe
resultarte cómodo, agradable y muy familiar.
Vamos pues a examinar estos factores:
Lugar : es importante que sea un lugar familiar,
que favorezca tu concentración y esté libre de
interrupciones.
Silla: no debe ser ni excesivamente cómoda, ni
incómoda, tienes que sentirte a gusto. La silla debe
ser simple, recta, que facilite una posición
erguida. La altura debe estar en relación con tu mesa y tu
estatura.
Mesa: debe ser plana, rígida, amplia para tener a mano todo el material que te sea
necesario.
Iluminación : la luz debe entrar por tu izquierda si eres diestro, y por la derecha, si eres zurdo.
Preferiblemente debe ser natural. Si no, lo más
parecido que encuentres de luz solar.
Ruido : estudiar en ambientes ruidosos dificulta
enormemente la concentración. Generalmente la música también
distrae. Es mucho mejor que te acostumbres a concentrarte
en un ambiente silencioso.
Temperatura : debes estudiar en una temperatura media. Mucho calor puede adormecerte. Es
imprescindible que te acostumbres a ventilar la estancia
cada cierto tiempo, coincidiendo con los descansos.
Estantería: es el lugar ideal para tener
ordenados y a mano los materiales de estudio. Cuando
estudies, conviene que tengas a la vista el horario,
calendario y tu plan de trabajo.
- Distancia de los ojos: la distancia ideal del papel es de unos 30 cm,
aproximadamente.
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Horario y Planificación.
Tu horario y planificación de estudio tiene que estar adaptado a tus
necesidades.
Una buena planificación del estudio y un horario disciplinado
pueden darte resultados muy positivos. Es uno de los aspectos
más difíciles de cumplir pero es, sin duda, una de las claves de
excelentes resultados. Estas son las características que debe
tener la planificación del tiempo de estudio:
-
Realista: que lo puedes realizar y llevarla a cabo,
que te resulte práctico.
Personal : adaptado a tus circunstancias personales. Los
horarios iguales no sirven para todo el mundo.
-
Flexible : si no es posible cumplir el plan, debes
revisarlo y hacer las modificaciones necesarias hasta que
realmente te sea útil. Es preferible empezar con objetivos
pequeños y realizables para evitar que, de buenas a
primeras, cunda en ti el desánimo.
-
Constante: descubrirás que ésta es una característica
vital. Si no se cumplen los tres requisitos anteriores, será
difícil de cumplir. Debes evaluar tu plan de estudio con
honestidad y realismo, empezando por objetivos fáciles y a
corto plazo. Adquirir un buen método de estudio precisa
constancia y dedicación.
- Ser previsor:
tú no eres una máquina ni funcionas como un reloj. Por eso,
debes prever un tiempo muerto que te ayude a adaptarse a
circunstancias imprevistas: algo con lo que no se contaba,
algo nuevo, cualquier cosa que te pueda suceder.
-
Descansos : por supuesto, la duración de los
descansos estará en relación con los tiempos de estudio.
Nunca debes hacer descansos largos. Cuando reanudes el
estudio habrás perdido la concentración y tendrás que
empezar de cero.
Una planificación que cumpla todos estos requisitos te ahorrará
tiempo, que podrás dedicar a otras actividades. Ahorrarás
también esfuerzo y lograrás más eficacia. Adquiriendo un hábito
diario de estudio, evitarás los atracones de última hora. Lo
tendrás todo a punto, rendirás mejor y mejorarás tu auto-estima.
Sesión de Estudio
La duración óptima de una sesión de estudio puede oscilar en torno a los 60 minutos, seguidos de un descanso de 5-10 minutos. Si por
exigencia de la materia, las sesiones fueran más largas, podrás
escapar de la fatiga intercalando frecuentes descansos.
En primer lugar, tendrás que anotar las asignaturas o materiales del curso y
asignarle a cada una de ellas un nivel de dificultad:
1 = las más fáciles
2 = dificultad media
3 = las de mayor dificultad
Cada sesión personal de estudio constará de :
Estudio
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Descanso
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Estudio
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Descanso
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Estudio
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45-60'
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5-10'
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60-90'
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15'
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45'
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Teniendo este horario en cuenta, las asignaturas de dificultad 2 colócalas en la primera hora.
No conviene comenzar por las materias o contenidos que te
resulten más difíciles, sino por las de dificultad media
(generalmente, la concentración es menor al principio de la
sesión, y debes evitar desmotivarte ante la excesiva dificultad
de contenido).
Las asignaturas "neutras" (ni muy fáciles ni muy difíciles) nos
sirven de calentamiento para acometer luego las más difíciles
con tu mente en forma.
Deja la tercera hora para materias más fáciles, o las que te
resulten más agradables. En definitiva, la parte más activa del
estudio.
De esta forma, terminarás la sesión con un buen sabor de boca.
Al finalizarla debes dedicarte a ti y tus pasatiempos.
Ejercicios de concentración
Debes intentar tener una actitud positiva hacia el estudio, no dejarte vencer por los problemas, e intentar estudiar de la forma más activa y dinámica
posible: con bolígrafo, papel, tomando notas, haciendo
consultas. Así alejarás el aburrimiento y aumentará la
comprensión y la memorización.
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Lectura
La lectura debe ser la primera fase a la hora de acercarte al contenido. Previamente, tendrás que haber organizado el material. Una lectura que no se pare en
detalles, una especie de pre-lectura que, simplemente, te
familiarice con el texto será el paso inicial.¡No te lances a
subrayar todavía ! Es un error común a muchísimos estudiantes.
Cuando hayas finalizado la pre-lectura, estarás preparado para
hacer una lectura atenta a cada párrafo, extrayendo las ideas
claves y aclarando las dudas que vayan surgiendo.
Subrayado
Muchas veces tu como estudiante te enredas con el tema del subrayado. Quizá no sepas muy bien
cuándo empezar a tirar líneas (ya hemos dicho que nunca antes de
una lectura comprensiva). También puede preocuparte la cantidad
de texto que debe ser subrayado. Dependerá de la cantidad de
ideas que éste contenga. Una regla, siempre flexible, es que la
cantidad de palabras subrayadas no será superior a la cuarta
parte del total del texto.
El principal objetivo de esta técnica consiste en localizar las ideas claves. Una vez hecho el
subrayado, queda el camino abierto para la elaboración de
esquemas y resúmenes.
Esquemas
El esquema es una herramienta fundamental para la comprensión, el repaso, y la memorización.
Consiste en la expresión gráfica de las ideas fundamentales y su
estructuración. Sirve para que captes toda la estructura de un
solo golpe de vista.
Resumen
La función principal del resumen es seleccionar lo esencial de
un texto, explicarlo de forma sucinta, condensarlo brevemente.
La regla de oro: debe ser preciso, claro, breve y conciso.
Apuntes
Un aspecto esencial para el estudio, sobre todo en los niveles académicos más altos, es la
toma de apuntes. Entre los estudiantes, su intercambio
compulsivo es realmente impresionante.
Lo cierto es que no utilizar tus propios apuntes puede echar a perder una de las ventajas que te
ofrece este sistema: el uso de vocabulario y lenguaje personal;
es decir, unos apuntes personalizados, hechos a tu medida.
Los errores más frecuentes que se suelen cometer al trasladar al
papel las explicaciones del maestro, son la copia literal de las
palabras, como si de un dictado se tratara, y la ilegibilidad de
lo escrito.
Memoria
Una cuestión que ha suscitado la polémica entre los profesionales de la educación ha sido la
utilización de la memoria en el proceso de aprendizaje. El uso
de reglas nemotécnicas te pueden ayudar, pero debes emplearlas
con mucha precaución y solo en contenidos concretos, ya que
corres el riesgo de desarrollar un estilo de memoria mecánico y
poco inteligente frente a la memoria comprensiva, que establece
un tipo de asociaciones lógicas entre los conocimientos previos
y la información nueva. Sin embargo, parece lógico que algunos
datos sean susceptibles de someterse a un aprendizaje puramente
memorístico (nombres propios, fechas, etc).
Monográficos
Los trabajos monográficos ponen en funcionamiento todas nuestras facultades intelectuales:
organización del pensamiento, capacidad de análisis, síntesis,
comprensión, expresión escrita, etc. Para afrontarlos, es
conveniente que te ajustes a un método de trabajo riguroso.
Actitud en los exámenes
Un gravísimo error que cometes con frecuencia como estudiante es acumular el estudio para las
jornadas previas al examen, e incluso para la víspera . Preparar
intensivamente un examen a última hora , aunque resulte tópico
decirlo, provocará en ti un efecto contraproducente: cansancio,
fatiga intelectual y muy bajo rendimiento académico. El día
anterior, tu estudio debe ser más suave, sin intentar apurar
robándole horas a tu sueño. El día "E" deberás encontrarte en
absoluta plenitud de facultades.
En la propia situación de examen, hay algunas reglas que te pueden ayudar. Por ejemplo, responder
a las preguntas por orden y no atascarte (en caso de duda, pasa
a la siguiente). Respecto a los "nervios" que pueden asaltarte
en esta situación, puedes poner en práctica tu versión abreviada
y personal de técnicas de relajación, la que mejor te vaya,
mientras reparten las hojas de examen o dictan los puntos.
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Extraido de "Condiciones. Mejora el Rendimiento Escolar.
Técnicas de estudios. Universidad Popular.España." 11/10/2004.
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